26.4.13

Voy a ser un niño positivo

Ser positivo, hoy por hoy, está obligatoriamente relacionado con el hecho de ser una persona con humor. Es cierto, estamos rodeados de millones de problemas, dramas económicos tanto en el ámbito de la microeconomía como en la macroeconomía, aunque nos prefieran hablar una y otra vez de la hermana mayor. La que nos enfurece es la pequeña, creo que ese es el problema, que se olvidan de hacernos felices, de hacernos humanos.

Si algo nos caracteriza a las personas, en general, es el humor. La risa, al igual que las lágrimas, es uno de las pocas cosas que nos distinguen de la mayoría de los animales. Sí, suele decirse que lo que nos distingue es la inteligencia, pero estoy completamente convencido de que la mejor ventaja de ser inteligentes, al menos de boquilla, es la de poder reír, sobre todo de las cosas malas que nos ponen tristes.

Pero ya va siendo hora de no depender de ellos, al menos para la parte sentimental, para lo demás es cierto que los necesitamos, pero bueno, entiendo poco de economía así que lo único que puedo hacer es ayudaros con la otra parte, con la de reír, o al menos sonreír, lo de la risas se lo dejo a los humoristas, que en este país de esto tenemos muchos y muy buenos.

A falta de buenos políticos, buenos son humoristas”

Hace un par de días, leí un libro, más bien me lo zampé. El libro se llama “Si me dices ven lo dejo todo...pero dime ven” de Albert Espinosa. Parece que la sinopsis podría ser algo así como un chico esta enamorado de una chica y esta no termina de coincidir en sentimientos y que el libro va a rondar a esta idea de comedia romántica versión bestseller. Pero por suerte, no tiene nada que ver. El libro no es más que una declaración de intenciones puestas en boca de diferentes personajes, es una propuesta de vivir, de sentir, de no olvidar esa parte tan humana que nos humanos.

Gracias a esta fugaz lectura, he decidido crear una serie de videos, o de posts (si eres más lector que espectador), para ver si desde mi pequeño rincón puedo ayudar a germinar un par de semillas de positividad en algún que otro corazón repleto de eco.

Espero que sirvan de algo, yo al menos iré cazando buenos ejemplares de positividad para vosotros y por supuesto para mi mismo, que que cojones también he pecado de pesimista.

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